domingo, 23 de diciembre de 2007

¿Hércules = Pegaso?

Bien, antes de nada quiero pedir perdón a Disney porque este es el segundo articulo en el que los critico.

Todos aquellos que hayan visto la película y serie de Disney “Hércules” tendrán en mente a Hércules volando sobre Pegaso luchando contra la hidra, el león de Nemea, contra el Jabalí…

Pues esas imágenes no son del todo ciertas, Hércules si que a luchado contra todos esos monstruos, pero no con Pegaso, ya que no le pertenece.

Pegaso no nació de un puñado de nubes como nos muestran en la película sino que nació de la sangre de Medusa cuando Perseo la decapito, y Pegaso es utilizado por el Héroe Belerofonte.

Bien pues así queda aclarada una de tantas cosas que nos han contado desde pequeños a través de películas.

Vida e Historia de Teseo


Capítulo 1 – Nacimiento de Teseo

Egeo encomendó a Etra que, si daba a luz un varón, lo criase sin que supiese quién era su padre; dejó bajo una roca su espada y sus sandalias y le dijo que, cuando el niño pudiera mover la roca y coger estos objetos, se lo mandara con ellos (…). Cuando Teseo, el hijo de Egeo y Etra, llegó a la edad adulta, levantó la roca, cogió las sandalias y la espada y se encaminó hacia Atenas. En su viaje limpió el camino que resultaba intransitable por causa de una serie de bandidos y monstruos. (…) en sexto lugar mató a Damastes (Procrustes). Éste, que vivía al lado de un camino, había dispuesto dos lechos, uno corto y otro largo, y a los caminantes de baja estatura los invitaba a acostarse en el largo y des daba martillazos hasta que los igualaba al lecho; en cambio, a los altos los acostaba en el corto y serraba las partes del cuerpo que sobresalían.



Capítulo 2 - Egeo reconoce a Teseo como su hijo
Desde Trecén llegó a Atenas Teseo, hijo desconocido para su padre, que con su valor había pacificado el Istmo de los dos mares. Para perderlo, Medea mezcla con el vino el veneno que consigo había traído con ella de las riberas de Escitia (…). Engañado por Medea, el propio Egeo ofreció esa hierba a su hijo creyéndolo un enemigo. Teseo había cogido con su confiada mano la copa que se le presentaba, cuando su padre reconoció en la empuñadura de marfil de su espada las señales de su linaje, y apartó de la boca de su hijo el veneno. Medea escapó de la muerte gracias a unas nubes que produjo con sus sortilegios.


Capítulo 3 – Teseo mata al Minotauro
Cuando arribaron a Creta, Ariadna, un de las hijas de Minos enamorada de Teseo, le prometió ayudarle si se la llevaba a Atenas y se casaba con ella. Teseo se lo prometió bajo juramento y ella rogó a Dédalo (inventor de la época) que le revelara la forma de salir del laberinto. Por consejo de éste le dio a Teseo un ovillo de largo hilo, cuando él se disponía a entrar en el laberinto. Éste lo ató a la puerta y, arrastrándolo tras de sí, iba entrando. Encontró al Minotauro al final del laberinto y lo mató a puñetazos; a continuación, recogiendo el hilo, salió del laberinto. Por la noche huyó con Ariadna y los jóvenes del tributo en una nave y llegaron a Naxos.

Nota: Nacimiento del minotauro
El rey cretense Minos había prometido a Poseidón sacrificar en su honor un hermoso toro. Minos incumplió su promesa y Poseidón, como venganza, volvió loco al animal e hizo que Pasífae, esposa de Minos, se aparease con él, concibiendo al Minotauro. Un hombre con cabeza de toro.


Capítulo 4 – El abandono de Ariadna

El Égida, después de raptar a la Minoide, largó sus velas rumbo a la isla de Naxos, y en aquella playa abandonó, despiadado, a su compañera.


Capítulo 5 – Carta de Ariadna a Teseo
Esto que lees, Teseo, te lo escribo desde la playa de la que tu nave partió sin mí, la misma playa en la que mi sueño me perdió y tú me traicionaste al amparo de ese sueño. Era el momento en que la tierra esparce la escarcha cristalina y se lamentan los pájaros ocultos en la fronda. Sumida aún en el letargo del sueño, moví mis manos para abrazar a Teseo: había desaparecido. Mis brazos buscan por todo el lecho y habías desaparecido. El terror sacude mi sueño y me incorporo de un salto del lecho Vacío. Me golpeo el pecho con los puños y tiro de mis cabellos revueltos. Brillaba la luna: Trato de distinguir algo en la penumbra y no veo más que la costa desierta. Corro de aquí para allá, pero mis pies de muchacha se hunden en la arena profunda que frena mis pasos. Grito tu nombre por toda la playa y los acantilados me lo devuelven cada vez que te llamo, como si el mismo lugar quisiera ayudar a una desgraciada. Y diviso un monte (…) y a él me subo con las fuerzas insólitas de la desesperación, y desde allí, o vi tu velas hinchadas por un viento impetuoso del sur, o creí verlas – ya no lo sé – y me quedé más helada que el mármol y como muerta (…)

¡Ojalá los dioses hubieran permitido que me vieras desde lo alto de tu popa y mi triste figura hubiera conmovido tu rostro! Mírame ahora del único modo que puedes, imagíname aferrada a una roca sacudida por la ola incesante, con el cabello suelto y la túnica pesada, empapada de lágrimas como si fuera de lluvia. Mi cuerpo tiembla como asaetado por un viento helado y mi mano trémula traza estas letras(…). Por encima del mar tiendo hacia ti las manos sollozando, harta de golpearme este pecho afligido. Por estas lágrimas que tú has provocado te conjuro: vira tu rumbo, Teseo, Vuelve tus velas al viento, y si antes de que llegues he muerto, recoge al menos mis huesos.


Capítulo 6 – Ariadna asciende a los cielos
Baco llevó sus abrazos y su ayuda a ella que estaba sola y se lamentaba amargamente. Y para que brillara en una constelación imperecedera, le quitó de su frente la corona y la envió al cielo.


Capítulo 7 – Suicidio de Egeo

Su padre, que desde lo alto observaba el horizonte y consumía sus ojos con llanto incesante, cuando vio los negros lienzos del hinchado velamen, se arrojó de cabeza desde la cima del monte (…). Así el altivo Teseo debió sufrir un mal semejante al que él causara, con olvidadizo corazón, a la Minoide.


Capítulo 8 – Teseo une los pueblos

Teseo, después de la muerte de Egeo, reunió a los habitantes del Ática en una sola ciudad y constituyó un solo Estado, mientras que antes estaban dispersos y era difícil reunirlos para el bien común de todos e, incluso, a veces tenían diferencias y guerras entre ellos.

Hasta Teseo la población del Ática estuvo siempre repartida en ciudades y, cada ciudad se gobernaba por sí sola y decidía por sí misma. Pero éste obligó a todas las poblaciones a que tuviera a Atenas por capital, que de este modo llegó a ser una importante ciudad. Y en conmemoración de esto aún hoy los atenienses celebran las fiestas Sinecias ( de la unidad).


Capítulo 9 – Nace Hipólito hijo de Teseo

Teseo participó en la expedición de Heracles contra las amazonas y raptó a Antípode (…) Por ello las amazonas atacaron Atenas y, tras haber acampado cerca del Areópago, Teseo las venció al frente de los atenienses.
Teseo tuvo de la amazona un hijo, Hipólito, y más tarde recibió de Deucalión, hijo de Minos, a su hermana Fedra. Mientras se celebraba la boda de Teseo y Fedra, la amazona, que había estado antes casada con Teseo, se presentó armada con las demás amazonas e intentó atacar a los invitados; pero éstos cerraron rápidamente las puertas y la mataron. Algunos dicen que fue Teseo en persona quien en la lucha le dio muerte.


Capítulo 10 – Cipris enamora a Fedra de Hipólito
Soy una diosa ilustre y mi nombre no es desconocido ni entre los mortales ni en el cielo: me llamo Cipris (…). Protejo a los que respetan mi poder y destruyo a cuantos son desconsiderados conmigo (…). El hijo de Teseo y la amazona, Hipólito, es el único ciudadano de esta tierra de Trecén que afirma que soy la más perniciosa de las divinidades, rechaza el lecho nupcial y se niega a casarse. En cambio, honra a la hermana de Febo, a Ártemis, hija de Zeus, y la tiene por la más grande de las divinidades (…). Por sus falsas contra mí voy a castigar a Hipólito hoy mismo (…). Cuando Fedra, la noble esposa de su padre, lo vio, su corazón, de acuerdo con mis planes, fue dominado por un terrible amor (…). Y desde entonces, herida por los aguijonazos del amor y gimiendo, la infortunada agoniza en silencio.

Capítulo 11 – La opinión de Hipólito sobre las mujeres
Hipólito: ¡oh Zeus! ¿Por qué has permitido que vieran la luz del sol las mujeres, ese falso metal funesto para los hombres? Pues si querías propagar la raza humana, no deberías haberte servido de las mujeres para ello, sino que los mortales, aportando a tus templos oro, hierro o la cantidad necesaria de bronce, deberían conseguir a cambio la semilla de los hijos, cada uno en proporción a su ofrenda, y vivir en sus casas libres y sin mujeres. (…) A una mujer ninguna sirvienta debería acercársele nunca; fieras que muerden pero que no pueden hablar deberían convivir con ellas, para que no pudieran hablar con nadie ni recibir respuestas de nadie. Ahora estas malvadas dentro de casa traman maldades y las sirvientas las llevan fuera.


Capítulo 12 – El suicidio y la venganza de Fedra
Fedra: Sólo tengo, en verdad, un medio para salir de esta desgracia y de esta manera procurar a mis hijos una vida honorable y de sacar yo misma algún provecho en estas circunstancias, pues nunca deshonraré a mi patria cretense, ni me presentaré ante los ojos de Teseo bajo el peso de una acción vergonzosa por salvar mi vida. (…) voy a dar gusto a Cipris, que es quien me destruye, quitándome hoy la vida: seré la víctima de un doloroso amor. Pero, al morir, causaré un mal a otro, para que aprenda a no ensoberbecerse con mi desgracia y, al compartir conmigo esta enfermedad, sepa ser moderado.


Capítulo 13 – Ártemis
Ártemis: Escúchame, Teseo, (…) he venido para evidenciar que el corazón de tu hijo era justo, para que muera con honra, y para aclarar la pasión amorosa de tu esposa o, en cierto modo, su nobleza. Fedra fue herida por los aguijonazos de la diosa que más odiamos quienes nos complacemos con la pureza virginal, y se enamoró de tu hijo. Y, aunque trató de vencer a Cipris con su nodriza que, a cambio de un juramento de silencio, desveló a tu hijo la enfermedad de su señora. (…) Ella, por miedo a ser cogida en falta, escribió una calumnia y con sus mentiras te convenció a ti y perdió a tu hijo.(…) Tú eres el más afectado por esta desgracia, pero a mí también me duele (…). Si no temiera a Zeus, yo no habría permitido que muriera el hombre que más amo de todos los mortales.


Capítulo 14 – Una aventura de Teseo

Teseo y Pirítoo decidieron de común acuerdo casarse cada uno con una hija de Zeus; Teseo con la ayuda de Pirítoo raptó de Esparta a Helena, que tenía doce años; y con la intención de raptar a Perséfone para Pirítoo, bajaron los dos al Hades. Los Dióscuros, con un ejército de espartanos, se apoderaron de Atenas, rescatamos a Helena, se llevaron como esclava a Etra, hija de Piteo, y pusieron en el trono de Atenas a Menester.

Una vez que Teseo y Pirítoo llegaron al Hades, fueron víctimas de un engaño; pues fingiendo ofrecerles hospitalidad, Hades los hizo sentarse en el trono de Lete, donde quedaron fuertemente adheridos y atados por anillos de serpientes. Pirítoo quedó allí para siempre, pero a Teseo lo liberó Heracles y lo envió a Atenas. Una vez allí, Menester lo expulsó y se fue a ver a Licomedes, que lo mató, arrojándolo a una sima.


Fuente: Cultura clasica ( Editorial Almadraba)

¿ Es Hera la verdadera madre de Hércules?


( Lo que va a leer a continuación puede verlo en la vida e historia de Hércules )
Una Gran Mayoría de personas cree que la madre de Hércules es Hera (diosa del matrimonio, esposa de Zeus), lo cual no es cierto, ya que es Alcmena (una mortal) mujer de Anfitrión. Una de las causas de esta confusión puede haberse visto infundada por la película de Disney “Hércules” y la serie que se emite por digital plus en Toon Disney seguramente adaptada para niños ya que la versión original puede ser un poco confusa.

Otras cosas que también han sido alteradas en la película y serie de Disney son: el caballo alado que utiliza Hércules para desplazarse, puesto que el no utiliza medio de transporte, va andando.

El “entrenador” de Hércules Filoctetes no es un Hombre cabra ni su entrenador, solamente es su amigo, otro héroe al que mas tarde Hércules entregara sus armas antes de morir. Filoctetes también participo en la guerra de Troya.

Y un tópico que también se puede apreciar es que Hades (Dios del inframundo) y tío de Hércules esta cada dos por tres intentando matarlo desde que nace,
Pero en realidad es Hera la que intenta acabar con el, la que envió las serpientes para matarlo nada mas nacer, la que le envió varios ataques de locura y en uno de ellos mató a su esposa y a sus tres hijos…

Lo que no acabo de entender es que ganan no contando las historias como son, solo consiguen crear confusión y una equivocada cultura.
Bueno espero que esta mini "crítica" sea constructiva y no destructiva. Porque incluso con esos mini "fallos" esta sige siendo sin ninguna duda mi pelicula Disney FAVORITA.

sábado, 15 de diciembre de 2007

Aprender Jugando

Como ya indica el titulo de este articulo, no todo es estudiar y aprender de memoria, también se puede aprender jugando.





Age of mythology & Age of mythology Titans (expansión) (La Edad de la Mitología y de los Titanes) son dos juegos de estrategia/roll para PC de los creadores de Age of empire, en este juego podrás crear tu propio ejercito de hombres, héroes, Titanes y monstruos (minotauros, centauros, colosos…) y enviarlos a la batalla.



También puedes adorar a los dioses y te concederán poderes divinos que te ayudaran e la batalla.Aparte de la civilización Griega podrás jugar con la Egipcia y con la Nórdica, en definitiva, tienes para horas de diversión.


Dirección web para descarga ( idioma: Ingles):http://age-of-mythology-the-titans-expansion.softonic.com/

Dirección web para descarga de trucos: http://www.meristation.com/v3/des_trucos_guias.php?id=1756&pic=PC&tipo=T&idj=89

domingo, 9 de diciembre de 2007

Jasón y los Argonautas


En Yolcos reina Pelias, que ha conseguido destronar a su hermano Esón mediante engaños. Esón tiene un hijo, Jasón, que acude a Yolcos para ejercer su derecho legítimo al trono.
Al llegar, Jasón se encuentra con que debe atravesar un río. Una anciana le pide ayuda. Él la coge en brazos y pasan el río. Esta anciana no es otra que Hera que a partir de entonces es su protectora.
La corriente se ha llevado una de sus sandalias, pero aún así se presenta ante Pelias. Pelias se horroriza al verlo. No teme el hecho de que sea el legítimo heredero sino que un augurio había vaticinado que un hombre con una sola sandalia acabaría con su vida y le arrebataría el trono.
Decide deshacerse de él y le engaña y le envía a una misión en la que seguramente encontrará la muerte. Le dice que si realmente es merecedor del trono debe probarlo trayendo el vellocino de oro que se encuentra en el lejano país de la Cólquide.
Jasón no tiene más remedio que aceptar aunque sabe que la misión le sobrepasa. Jasón es un héroe atípico. En muchas ocasiones se contrapone su figura a la de Ulises. Ulises es el de los mil recursos, las mil artimañas. Jasón no posee más recursos que aquellos que los demás le conceden. Es un héroe indeciso, jefe de una tripulación que le supera y a la que muchas veces no sabe como manejar. Al enfrentarse a los peligros se muere de miedo y casi siempre se refugia tras sus compañeros o tras la mujeres. Tiene la protección de tres diosas: Hera, Atenea y Afrodita y es gracias a ellas que logra su objetivo. Cuando éstas no le protegen lo hace Medea, su esposa.Atenea se encarga de convocar a los héroes griegos para que le acompañen en su misión. Todos se embarcan en una nave muy especial:Argo. A partir de ahí se les llama los argonautas.
El viaje hacia la Cólquide

Antes de llegar a su destino, los argonautas deben salvar una serie de obstáculos.
Primero llegan ala isla de Lemnos. La isla está habitada solo por mujeres. Los argonautas se quedan allí un tiempo.
Llegan a Cício. Allí les recibe un jovencísimo rey con el que traban amistad. Parten, pero los vientos les hacen regresar al mismo sitio. El rey cree que están invadiendo Cício y los argonautas se defienden. En la oscuridad de la noche ninguno de los amigos se reconoce. Por la mañana se descubre la verdad. Los dos bandos se unen en su dolor mutuo y entierran a los muertos, incluido el joven rey y su esposa que se ha suicidado por la muerte de éste.En otra isla pierden a tres compañeros. Hilas es raptado por la ninfa de una fuente que se enamora de él. Hilas es el mejor a migo de Heracles y éste y Polifemo le buscan. Los argonautas parten sin ellos y cuando se dan cuenta de su falta, deciden no regresar. Ya se encargará Heracles de vengar el abandono.
En el país de los bébrices, su rey, Amico, se dedicaba a retar a los extranjeros a un combate pugilístico en el que siempre vencía. Uno de los argonautas, Pólux le reta y vence.
Encuentran al rey Fineo que sufre un castigo ejemplar por hacer predicciones demasiado ajustadas a la realidad (los videntes tiene prohibido que sus profecías muestren el futuro con claridad para que los hombres no sean como los dioses). Todos los días le atormentan unos monstruos: las harpías. Zetes y Calais acaban con ellas. En agradecimiento Fineo les revela como atravesar las rocas Ciareas, que chocan la una contra la otra. Deberán enviar una paloma. Si el ave pasa sin peligro, ellos harán lo mismo.Siguiendo este consejo las atraviesan sin peligro.

Llegan a la Cólquide. Allí, Jasón se entrevista con el rey Eetes. Eetes no está dispuesto a dejarle marchar con su tesoro, pero no da muestras de ello.
"Claro. Te lo daré. Pero antes has de superar unas pruebas"
Eetes pretende que muera en esas pruebas. Pero Jasón tiene poderosas aliadas.
En el Olimpo, Atenea y Hera llegan a la conclusión de que lo mejor para Jasón es que Medea, hija de Eetes y hechicera consumada, ayude al héroe. Van a visitar a Afrodita y la convencen para que su hijo Eros dispare una de sus flechas contra Medea y la enamore de Jasón.
Afrodita soborna a su hijo y éste cumple la misión. Medea muere de amor por Jasón y le ayuda en sus pruebas a pesar de traicionar a su padre.
La primera prueba es uncir dos bueyes que escupen fuego, arar el campo con ellos y sembrar en el unos dientes de dragón. Medea le aconseja. Prepara un ungüento que le protegerá contra el fuego de los bueyes. Cuando siembre los dientes ha de estar preparado porque de ellos van a nacer unos guerreros terribles que le matarán. Para librarse de ellos debe tirarles una piedra y así se matarán los unos a los otros. Jasón supera las pruebas. Pero Eetes se niega a darle el vellocino e intenta matarles. Los griegos huyen con Medea. Medea ayuda a Jasón a dormir al dragón que guarda el vellocino y así lo roban.
Eetes les persigue y Medea no tiene pudor al matar a su propio hermano y despedazarlo. Luego arroja los trozos por la borda y Eetes se retrasa para recogerlos. De todo es capaz Medea por el amor que siente por Jasón. Su pasión vital siempre supera a Jasón. A su lado el héroe es un niño.

El viaje de regreso es igual de complicado que el de ida.
Parten hacia la isla de Eea, donde vive la tía de Medea: Circe. Ella les purifica por las violencias tan terribles que han cometido.
Pasan por la isla de las sirenas. Orfeo toca y sus tonadas impiden que los argonautas enloquezcan con el canto de las sirenas.
También en su camino Medea acaba con el gigante Talos, que guarda la ciudad de Creta.
En Corcira, el rey Alcínoo y la reina Arete casan a Jasón y Medea.
Incluso los argonautas deberán portar sobre sus hombros a la Argo hasta encontrar una salida la mar.Regresan a Yolcos. Pelias no da crédito a sus ojos. Aún así se niega a cederle el trono. Medea planea la venganza. Se introduce en palacio y convence a las hijas de Pelias para que bañen a su padre en una poción con la que volverá a ser joven. Todas menos Alcestis creen en le engaño. Pelias se introduce en el baño y así muere.

Tras la muerte de Pelias, Medea y Jasón parten hacia Corinto. El rey Creonte acoge con entusiasmo a Jasón, que es un héroe, pero no pasa lo mismo con Medea y los dos hijos de ambos.
Jasón ve la oportunidad de conseguir el reino de Corinto y no duda en repudiar a Medea y pedir en matrimonio a la hija de Creonte, Glauce. Creonte está loco de contento. Va a casar a su hija con un héroe y por fin se librará de Medea y los niños.
Pero Medea no acepta fácilmente lo que han preparado para ella. Es capaz de cualquier cosa, ya lo ha hecho antes, y eso la hace muy peligrosa. Convence a Creonte para que acoja a sus hijos aunque la destierre. Para que también Glauce se apiade de ellos les envía con unos regalos: un peplo y una corona. A Glauce se le ilumina el rostro ante la belleza de los regalos. Lo que no sabe es que Medea no espera su piedad, ni ella ni sus hijos van a necesitarla.
Glauce se prueba el peplo y la corona y cae presa de un terrible dolor que le quema el cuerpo. Los regalos estaban envenenados. Su padre se corre a abrazarla y toca el veneno. Ambos mueren en medio de una terrible agonía.
La venganza de Medea aún llega más lejos. Va a matar a sus hijos. Sabe que el dolor que le producirá hacerlo le va a quitar parte de su humanidad, pero también sabe que le va a provocar el mismo tormento a Jasón.
Tras cometer aquel acto terrible, deja a Jasón llorando a sus hijos y huye en un carro de fuego, prestado por su abuelo Helios. Antes maldice a Jasón: morirá por su amado barco.La profecía se cumple. Mientras duerme a la sombra de Argo, un tablón se desprende y cae sobre él matándole.

Leda y el cisne


Una tarde, Leda se encontró con un magnifico cisne blanco, que parecía perdido. Leda lo cogió en su seno y comenzó a acariciarlo, sin advertir que el cisne no era otro que el propio Zeus.

Al cabo de nueve meses, Leda, puso dos huevos. De cada huevo salieron un niño y una niña. Aunque Tindáreo nunca lo sospechó, sólo los hijos de uno de los huevos eran suyos: aquel del que nacieron Castor y Clitemnestra; del otro, el fecundado por Zeus, nacieron Pólux y Helena. Los antiguos no dudaron nunca de la veracidad de esta historia, pues en un templo de Esparta se podía contemplar, en tiempos históricos, la cáscara de un huevo gigantesco, replica del divino acontecimiento.

Cástor y Pólux fueron inseparables, hasta el punto de que se les conocía en Grecia por los Dióscuros (hijos de Zeus). Cástor destacó en la lucha y en la guerra, y Pólux inventó el boxeo.
Juntos participaron en una larga serie de aventuras, entre las que destacó la expedición de los Argonautas en busca de Vellocino de Oro. Pero murieron jóvenes.

Rapto de Europa


Europa, Hija de Agenor y Telefasa, reyes de Tiro, juega en una playa de la costa fenicia con otras muchachas.

El dios Zeus la observa desde el Olimpo y queda prendado de la joven.

Zeus envía a Hermes para que baje de las montañas a un rebaño de toros.

Zeus se traslada a la palya fenicia; allí se transforma en un bellísimo toro blanco y se mezcla con la manada.

Europa, lo ve y queda admirada de su belleza, de su apariencia tranquila. Primero no se atreve a tocarlo; pero lentamente se acerca a él y le da flores en la boca y le pone guirnaldas de flores en los cuernos.

Engañada por su mansedumbre, jugando con él, llega a subirse al lomo del manso y hermoso animal. Éste se dirige a la orilla poco a poco y, repentinamente, emprende una carrera veloz sobre la superficie del mar, dejando aterrorizada a la muchacha.

Zeus llega a las costas de Creta y, recobrando su forma, se une a Europa. De esta unión nacen tres hijos: Minos, Sarpedón y Radamantis.

Al cabo del tiempo el dios se cansó de su amor y casó a Europa con el rey de la isla, que no tenía hijos.
A la muerte del rey, Minos heredó el trono

El Rapto de Proserpina / Perséfone




Deméter, diosa de la agricultura y de la tierra, tenía una hija llamada Proserpina.
Un día en el que Proserpina se paseaba y recogía flores, su tío Hades la raptó y se la llevo al inframundo.

Deméter se llevo tal disgusto que empezó a descuidar la tierra y todas las plantas se secaron.
Zeus, el rey de los dioses y hermano de Deméter y Hades obligó a éste a que le devolviera a su hija, para que Deméter volviese a cuidar de la tierra.

Hades aceptó con la condición que Proserpina comiera un grano de granada, el alimento de los muertos. Eso haría que Proserpina se viese obligada a volver cada año.

Así llegaron las estaciones de año, cuando Proserpina regresaba al lado de su madre, la tierra florecía y se llenaba de vitalidad, es decir, llegaba la primavera. Pero cuando Proserpina Volvía al lado de Hades, la tierra se marchitaba de nuevo, sé moría la vegetación, llegaba el invierno.

Proserpina: Nombre Romano
Perséfone: Nombre Griego

Tabla del Héroe Teseo

Héroe: Teseo


Padre: Egeo (dio nombre al mar)


Madre: Etra


Cualidad Excepcional: Fuerza y valor



Tipo de infancia: Difícil (su padre no esta con el)



Educación: Normal



Primera hazaña: Levantar una roca para conseguir sus atributos



Atributos: Espada y sandalias



Motivos de sus Hazañas: Busca el reconocimiento de su padre



Relación con las mujeres: Ariadna (la abandona), un amazona (la deja embarazada), Fedra




Relaciones familiares: Tiene un hijo (Hipólito)



Tipo de muerte: No se sabe

Tabla del Héroe Heracles

Héroe: Heracles / Hércules


Padre: Zeus (dios)

Madre: Alcmena (mortal)

Cualidad Excepcional: Fuerza sobre humana



Tipo de infancia: Difícil (intentan matarlo siendo un bebe)


Educación: Nula


Primera hazaña: Mata a las serpientes (enviadas por Hera para matarlo)


Atributos: Maza, piel de león (León de Nemea), Arco y flechas


Motivos de sus Hazañas: Para que fuese perdonado por haber matado a su mujer ( Deyanira) y sus tres hijos


Relación con las mujeres: Yole, Deyanira, Hebe


Relaciones familiares: Tuvo muchos hijos, mato algunos

Tipo de muerte: Envenenado y luego quemado

Dedicatorias, Sugerencias, informacion y ...

Hola ha todos, en esta sección es donde podéis dejas todas vuestras sugerencias, dedicatorias, información o cualquier otra cosa que queráis.

sábado, 8 de diciembre de 2007

Tabla de Divinidades

Nombre Griego: Hefesto
N. Romano: Vulcano
Dios de: La forja
Atributos: Yunque y el martillo

N.Griego: Zeus
N. Romano: Júpiter
Dios de: Los dioses
Atributos: Rayos y Águila

N Griego: Hera
N. Romano: Juno
Diosa de: El matrimonio
Atributos: El pavo real

N Griego: Hermes
N. Romano: Mercurio
Dios de: Los ladrones, Los mensajeros, Los juegos de azar, Los comercios
Atributos: Caduceo ( vara), Casco, sandalias aladas

N Griego: Dioniso
N. Romano: Baco
Dios de: La fiesta, El vino, El teatro, Lo irracional
Atributos: Carro tirado por panteras

N Griego: Apolo
N. Romano: Febo
Dios de: El sol, La medicina, Lo racional
Atributos: Arco y Flechas, Cítara

N. Griego: Artemis
N. Romano: Diana
Diosa de: La caza, La virginidad
Atributos: Arco y Flechas, Ciervo

N Griego: Ares
N. Romano: Marte
Dios de: La Guerra
Atributos: Armadura, espada y escudo

N Griego: Hades
N. Romano: Plutón
Dios de: El inframundo
Atributos: Can-Cervero

N. Griego: Atenea
N. Romano: Minerva
Diosa de: La sabiduría
Atributos: Casco y lanza

N. Griego: Poseidón
N. Romano: Neptuno
Dios de: El mar
Atributos: Tridente y caballo de mar

N. Griego: Afrodita
N. Romano: Venus
Diosa de: El Amor
Atributos: Heros, desnudez

N. Griego: Hestia
N. Romano: Vesta
Diosa de: La cocina, Arquitectura y el hogar
Atributos: Un Círculo


N. Griego: Deméter
N. Romano: Ceres
Diosa de: La Agricultura
Atributos: Cosecha (Flores, cereales...)

N. Griego: Perséfone
N. Romano: Proserpina
Diosa de: Los muertos (Esposa de Hades)
Atributos: Granada (No siempre)

N Griego: Crono
N. Romano: Saturno
Dios de: El tiempo (personificación)
Atributos: Hoz o Guadaña

N Griego: Urano
N. Romano: Caelus
Dios de: Dios Primordial del Cielo
Atributos:-

N. Griego: Nix
N. Romano: ¿Nox?
Diosa de: La Noche
Atributos: -


N. Griego: Gea o Gaya
N. Romano: Terra
Diosa de: La Naturaleza (tierra)
Atributos: Fauna y Flora

los 12 Trabajos de Heracles

1er trabajo. Matar al León de Nemea

El león había estado aterrorizando los alrededores de Nemea, y tenía una piel tan gruesa que resultaba impenetrable a las armas.
La morada del animal tenía dos entradas: Heracles lo azuzó hasta que el animal penetró en ella, taponó una de las entradas y acorralándolo por la otra lo atrapó y estranguló metiéndole un brazo por la garganta hasta asfixiarle.
Heracles llevó el cuerpo del león a Micenas para que lo viera el rey Euristeo, quien elegía qué tareas debía cumplir el héroe en el camino de los doce trabajos. Pero éste se asustó tanto que prohibió a Heracles volver a entrar jamás en la ciudad, y le ordenó que de ahí en adelante le mostrase el fruto de sus trabajos desde fuera. Euristeo mandó a sus herreros que le forjase una tinaja de bronce que escondió bajo tierra, y en la que se refugiaba cada vez que se anunciaba a Heracles, comunicándole sus instrucciones a través de un heraldo.
Heracles empleó horas intentando desollar al león sin éxito. Por fin Atenea, disfrazada de vieja bruja, ayudó a Heracles a advertir que las mejores herramientas para cortar la piel eran las propias garras del león. De esta forma, con una pequeña intervención divina, consiguió la piel del león, que desde entonces vistió a modo de armadura.

2º trabajo. Matar a la Hidra de Lerna

Tras llegar a la ciénaga cercana al lago Lerna, Heracles cubrió su boca y nariz con una tela para protegerse de su aliento venenoso y disparó flechas en llamas a su refugio (la fuente de Amimone) para obligarle a salir. Entonces se enfrentó a ella con una hoz (según aparece en algunas vasijas pintadas antiguas); tras cortar cada una de sus cabezas Heracles descubrió que le crecían dos nuevas cabezas.
Advirtiendo que no podría derrotar a la Hidra de esta forma, Heracles pidió ayuda a su sobrino Yolao. Éste tuvo la idea de usar una tea ardiendo para quemar el muñón del cuello tras cada decapitación. Heracles cortó todas las cabezas y Yolao quemó los cuellos abiertos, matando así a la Hidra. Heracles tomó entonces su única cabeza inmortal y la enterró bajo una gran roca en el camino sagrado entre Lerna y Eleia y mojó sus flechas en la sangre venenosa de la Hidra, completando así su segundo trabajo.
Cuando Euristeo supo que había sido su sobrino quien le había dado la antorcha, declaró que no había completado el trabajo solo y por tanto no contaba para el total de diez labores que se le habían asignado.

3er trabajo. Capturar viva a la Cierva de Cerinia

Heracles debía capturar a la cierva para llevarla viva a Micenas y entregarla a Euristeo. La cierva de Cerinia, tenía pezuñas de bronce y cornamenta de oro, estaba consagrada a Artemisa ya que era una de las cinco ciervas que la diosa había intentado capturar para engancharlas a su carro y había sido la única que había logrado escapar. Pero la cierva era muy veloz y no le fue fácil atraparla, por lo que la persiguió día y noche sin descanso hasta el país de los Hiperbóreos. Allí la capturó mientras ésta tomaba agua y la llevó a Euristeo. Heracles, era consciente de que si derramaba una sola gota de sangre de la cierva de Cerinia tendría que dar explicaciones con su consiguiente castigo. Aprovechando que la cierva estaba bebiendo, Heracles le atravesó las dos patas por la piel utilizando una flecha que hizo pasar entre el tendón y el hueso, sin llegar a derramar su sangre. Una vez inmovilizada, la apresó y la llevó a Micenas.



4º trabajo. Capturar vivo al Jabalí de Erimanto

En el camino hacia Erimanto, Heracles hizo una parada para visitar a su amigo el centauro Folo, quien en memoria de tiempos lejanos compartió con él su comida y su vino. Pero los otros centauros, al oler el vino que estaba especialmente reservado para ellos se enfurecieron de tal manera que atacaron a Heracles, quien primero los rechazó y luego con sus flechas envenenadas mató a varios de ellos mientras los demás se retiraban. Mientras Heracles enterraba a sus víctimas, su amigo Folo sacó una de las flechas de Heracles y la examinó asombrado de que algo tan pequeño pudiese dar muerte a criaturas tan formidables, pero con tan mala suerte que la flecha se le cayó hiriéndolo en un pie y matándolo. Heracles lo enterró al pie de la montaña que tomó su nombre. Retomando el trabajo que tenía que finalizar, Heracles encontró al jabalí y persiguiéndole durante varias horas, lo fue acorralando a una zona cubierta de nieve donde saltó sobre su lomo atándolo con unas cadenas proporcionadas por Atenea después, llevándoselo a Micenas sobre sus hombros. Cazar a esta enorme criatura fue el cuarto trabajo de los doce que Euristeo mandó realizar a Heracles.

5º trabajo. Limpiar los establos de Augías

Por designio de los dioses el ganado de Augías no sufría de enfermedades, por lo que logró poseer el mayor rebaño de todo el país. Doce toros que le había regalado su padre Helios defendían al resto de la manada, haciendo que el ganado de Augías tampoco sufriera bajas por las fieras de los alrededores. Eran conocidos sus establos, que nunca habían sido limpiados hasta que lo hizo Heracles en un solo día en cumplimiento de su quinto trabajo. Euristeo le encargó esta extraña misión con el fin de humillarle y ridiculizarle, pues tal era la cantidad de excrementos acumulados en los establos que era prácticamente imposible limpiarlos en un sólo día. Así el gran Heracles, vencedor de terribles monstruos y hazañas heroicas, caería humillado ante una tarea tan denigrante. Pero el astuto héroe cumplió su trabajo abriendo un canal que atravesaba los establos y desviando por él el cauce de los ríos Alfeo y Peneo, que arrastraron toda la suciedad.
Augías montó entonces en cólera, pues había prometido a Heracles regalarle una parte de su ganado si realizaba la misión en un sólo día. Se negó a cumplir su promesa alegando que el trabajo lo habían realizado los ríos, y cuando el testimonio de su hijo Fileo convenció a los jueces para que le dieran la razón a Heracles, Augías le desterró del reino. Euristeo por su parte tampoco consideró el trabajo como uno de los diez, ya que Heracles había sido contratado por Augias.

6º trabajo. Acabar con los Pájaros del Estínfalo

Los pájaros del Estinfalo eran unas aves que tenían picos, alas y garras de bronce y cuyos excrementos venenosos arruinaban los cultivos. Poblaban la región y el bosque alrededor del lago Estínfalo. Euristeo comandó entonces a Heracles que acabase con la amenaza de dichas aves, como parte de Los doce trabajos de Heracles, ya que en ocasiones atacaban al ganado o a la población. Heracles se dirigió al Estínfalo, y ahí se encontró desolado pues la misión era especialmente difícil de completar: las aves eran demasiadas para sus flechas y su legendaria fuerza no le servía de nada.
Entonces apareció Atenea y le socorrió dándole un cascabel (o una campana) de bronce y le mandó a que lo tocara desde una colina elevada, al hacerlo las aves asustadas emprendieron vuelo y nunca más se les volvió a ver en el bosque y el lago. Muchas de ellas fueron derribadas por las flechas de Heracles y las que consiguieron escapar huyeron hacia la isla de Ares en el Mar Negro donde fueron encontradas años después por los Argonautas. Cuando Heracles volvió con Euristeo, este se hallaba en su refugio debido a que varios de los pájaros de bronce volaban alrededor de su palacio, al ver esto Heracles sonó su cascabel y los pájaros se alejaron de ahí.

7º trabajo. Capturar vivo al Toro de Creta


El rey cretense Minos había prometido a Posidón sacrificar en su honor un hermoso toro. Minos incumplió su promesa y Posidón, como venganza, volvió loco al animal e hizo que Pasífae, esposa de Minos, se aparease con él, concibiendo al Minotauro. El toro de Creta, que arrojaba llamas por la boca, recorría la isla destrozándolo todo a su paso.
Euristeo ordenó a Heracles que capturase al Toro de Creta. Tras una ardua lucha, Heracles doblegó al monstruo y lo llevó vivo a Micenas, donde Euristeo quiso consagrarlo a Hera, quien rechazó el regalo. El toro fue puesto en libertad.

8º trabajo. Capturar a las Yeguas de Diomedes

El octavo de los doce trabajos de Heracles consistía en capturar a las cuatro Yeguas de Diomedes, que comían carne humana. Éste las tenía atadas con cadenas y las alimentaba con la carne de sus inocentes huéspedes. Heracles partió con un grupo de voluntarios, consiguiendo arrebatárselas a Diomedes, que furioso fue con su ejército a matar a Heracles, pero él lo mató arrojando el cuerpo de éste aún con vida a sus yeguas y su ejército huyó. Tras devorarlo, las yeguas se volvieron tan mansas que el héroe las pudo atar al carro de Diomedes y se las llevó a Micenas, donde fueron regaladas a Hera. Durante la lucha, las yeguas devoraron a Abdero, amigo de Heracles, quien había quedado encargado en custodiarles, entonces Heracles fundó en su honor la ciudad de Abdera.Se dice que las yeguas murieron en el monte olimpo devoradas por las fieras y las alimañas.

9º trabajo. Conseguir el cinturón de Hipólita

Hipólita, reina de las amazonas, llevaba un cinturón regalo de Ares, el dios de la guerra. Euristeo quiso regalar este cinturón a su hija Admete, e impuso a Heracles la tarea de conseguirlo.
Los amigos de Heracles se unieron a él en su aventura para ayudarlo a vencer al poderoso ejército de las amazonas. Embarcaron hacia Escitia, región próxima al Mar Negro, y desembarcaron en el puerto de Temiscira, donde Hipólita fue a visitarlos. Sintiéndose atraída por el musculoso cuerpo de Heracles, Hipólita le ofreció el cinturón como prenda de amor. Mientras tanto Hera, disfrazada de amazona, había difundido el rumor de que los extranjeros planeaban raptar a Hipólita; las amazonas, encolerizadas, atacaron la nave de los griegos. Heracles, sospechando una traición, mató a Hipólita y le arrebató el cinturón; tras una dura batalla en la que Heracles dio muerte a todas las jefas amazonas obligó a huir a su ejército.


10º trabajo. Robar el ganado de Gerión

Gerión era un monstruoso gigante alado. Estaba formado por tres cuerpos humanos completos unidos por la cintura. Era invencible en la batalla, pues con sus seis brazos blandía tres espadas y tres dagas al mismo tiempo y, desde el aire, utilizaba un arco con uno de sus cuerpos mientras blandía una lanza con otro. Sus tres cabezas le hacían además dueño de una gran sabiduría. Era dueño de un perro de dos cabezas llamado Ortro, que era el hermano de Cerbero, y de una espléndida cabaña de ganado que era guardado por Ortro y por un pastor llamado Euritión.
Heracles mató a Gerión y sus dos perros, cuando después de una de sus misiones éste le robó su rebaño de vacas rojas y bueyes. Gerión fue en busca de venganza, pero cuando sobrevolaba a Heracles, éste, oculto, le disparó una flecha envenenada con la sangre de la Hidra que atravesó sus tres cuerpos.


11º trabajo. Robar las manzanas del jardín de las Hespérides

Las Hespérides eran las ninfas que cuidaban un maravilloso jardín en un lejano rincón del occidente.
El Jardín de las Hespérides es el huerto de Hera en el oeste, donde un único árbol o bien toda una arboleda daban manzanas doradas que proporcionaban la inmortalidad. Como no confiaba en ellas, Hera también dejó en el jardín un dragón de cien cabezas llamado Ladón que nunca dormía, como custodio añadido.
El undécimo trabajo fue robar las manzanas del jardín de las hespérides. Para ello Heracles capturó primero a Nereo, el dios del mar que cambiaba de forma, para averiguar dónde estaba situado el jardín.
Llegando finalmente al jardín de las hespérides, Heracles engañó a Atlas para que recuperase algunas manzanas de oro ofreciéndose a sujetar el cielo mientras iba a buscarlas (en esta historia Atlas podría tomarlas pues sería el padre de las hespérides). Al volver con las manzanas, Atlas decidió no aceptar la devolución de los cielos, y dijo que él mismo llevaría las manzanas a Euristeo, pero Heracles le engañó de nuevo pidiéndole que sujetase el cielo un momento para que pudiera ponerse su capa como almohadilla sobre los hombros, a lo que éste accedió. Entonces Heracles tomó las manzanas y se marchó.


12º trabajo. Atrapar al Can Cerbero

Cerbero era el perro de Hades, un monstruo de tres cabezas con una serpiente en lugar de cola.
Cerbero guardaba la puerta del Hades (el inframundo griego) y aseguraba que los muertos no salieran y que los vivos no pudieran entrar.
El último de los doce trabajos de Heracles fue capturar a Cerbero. Viajó primero a Eleusis para ser iniciado en los misterios eleusinos y aprender así cómo entrar y salir vivo del Hades, y de paso para absolverse a sí mismo de la culpa por haber matado a sus hijos. Encontró la entrada al inframundo en Tanaerum. Atenea y Hermes le ayudaron a traspasar la entrada a la ida y a la vuelta. Gracias a la insistencia de Hermes y a su propio aspecto fiero, Caronte le llevó en su barca a través del Aqueronte.
Mientras estaba en el inframundo, Heracles liberó a Teseo, pero la tierra tembló cuando intentó liberar a Pirítoo, por lo que tuvo que dejarlo atrás. Ambos habían sido encarcelados por Hades, quien los había sujetado mágicamente a un banco cuando intentaron secuestrar a Perséfone. Dicha magia era tan fuerte que cuando Heracles tiró de Teseo para liberarlo, parte de los muslos de éste quedaron pegados al banco, lo que explicaría por qué sus descendientes tenían muslos notablemente delgados.
Cuando Heracles pidió el perro Cerbero a Hades éste le dio permiso para llevárselo si conseguía dominarlo sin emplear armas. Tras un prolongado forcejeo con Cerbero logró vencerlo y se lo llevó a Micenas, y tras presentarlo ante Euristeo lo devolvió a Hades.

Heracles / Hércules

Vida e Historia de Heracles

Capítulo 1Nacimiento de Heracles

Cuando Alcmena Había de parir al fornido Heracles en Tebas, Zeus, gloriándose, dijo así ante todas las deidades: “oídme todos, hoy ilitía, la que preside los partos, sacará a la luz un varón que, perteneciendo a la familia de los hombres engendrados de mi sangre, reinará sobre todos sus vecinos”. Y, hablándole con astucia, le replicó la venerable Hera: “Mentirás, y no llevarás a cabo lo que dices. Y si no, jura solemnemente que reinará sobre todos sus vecinos”.Así dijo, y Zeus, no sospechando el engaño, prestó el gran juramento que tan funesto le había de ser. Pues Hera dejó en rápido vuelo la cima del Olimpo y pronto llegó a Argos, donde vivía la esposa ilustre de Esténelo Persíada; y como se hallara encinta de siete mese, la diosa sacó a la luz al niño, aunque era prematuro y retardó el parto de Alcmena, deteniendo a ilitía. Y en seguida se lo participó a Zeus Cronida, diciendo “¡Padre Zeus, fulminador! Una noticia tengo que darte: ya nació el noble varón que reinará sobre los argivos, Euristeo”. Así dijo, y un agudo dolor penetró en el alma del dios.

Capítulo 2Asesinato de los tres hijo y la mujer de Heracles por Heracles

Sus propios hijos, que confunde con los de Euristeo. Llenos de terror los niños escapan por todos lados. Uno busca refugio entre la túnica de su desdichada madre, otro detrás de una columna y el tercero bajo el altar (…). Heracles descubre al niño que se esconde tras la columna y girándose se pone frente a él y le dispara una flecha en el hígado. El niño cae boca arriba y expira empapado de sangre los zócalos de piedra.

Heracles grita su triunfo y se ufana diciendo: “Éste que ha muerto es uno de los polluelos de Euristeo y ha caído para pagar el odio que su padre me tiene”.Dirige entonces su arco sobre el otro hijo, el que había escondido bajo el altar esperando no ser visto. El desdichado se adelanta arrojándose a las rodillas de su padre y, tendiendo sus manos hacia la barbilla y el cuello de éste, grita: “Padre querido, no me mates. Soy tuyo, soy tu hijo; no vas a matar a un hijo de Euristeo”. Pero él revolvía sus ojos con la mirada salvaje de una Gorgona (…) levantó la clava y la dejó caer sobre la rubia cabeza del niño rompiéndole el cráneo. Después de matar al segundo niño, se dirigió sobre su tercera víctima con intención de inmolarlo sobre los otros dos, pero se le adelantó la desdichada madre, que cogiéndolo lo metió dentro del palacio y cerró las puertas (…). Pero Heracles hace saltar las cerraduras, arranca las puertas y abate con una sola flecha a la madre y al hijo. Y ya se lanzaba como a caballo para matar al anciano, pero apareció una imagen, en la que se podía reconocer a Palas Blandiendo su lanza, y arrojó contra el pecho de Heracles una piedra que detuvo su furia asesina y lo sumió en un sueño.



Capítulo 3 – Dialogo entre Heracles y Teseo

Heracles: Zeus me engendró haciéndome enemigo de Hera. Siendo todavía un bebé, la esposa de Zeus introdujo en mi cuna unas serpientes de ojos ardientes con la intención de que yo muriera. Y después de que en la juventud mi cuerpo adquirió vigorosos músculos, ¿qué necesidad hay de referir los trabajos que soporté? (…) La ultima prueba que he sufrido es esta muerte que yo he dado a mis hijos y que pone el techo de las desgracias a mi casa. (…) ¿Qué necesidad tengo ya de seguir vivo? ¿Qué beneficio tendré de vivir una existencia inútil e impura? ¡Que baile la ilustre esposa de Zeus haciendo resonar con sus pies el pulido suelo del Olimpo! Logró, en efecto, el objetivo que quería: destruir desde sus cimientos al primer hombre de Grecia. (…)

Teseo: Ninguno de los mortales está a salvo de los avatares de la fortuna, ni tampoco de los dioses (…). Sin embargo, habitan el Olimpo y soportan la carga de sus faltas. Así, pues, ¿qué vas a decir si tú, habiendo nacido mortal, encuentras insoportables los golpes de la fortuna y los dioses no? Deja Tebas de acuerdo con la ley y ven conmigo a la ciudad de Palas. Allí purificaré tus manos de su macha y te daré una casa y una parte de mis bienes.

Capítulo 4 – Historia de Deyanira
Cuando todavía vivía en la casa de mi padre Eneo, tenía una repugnancia muy dolorosa contra el matrimonio, más que cualquier mujer etolia. Tenía como pretendiente a un río, hablo del Aquello, que adoptando tres apariencias distintas me pedía a mi padre en matrimonio. Unas veces venía bajo la figura de toro, otras como una ondulante serpiente multicolor y otras con la cabeza de buey y cuerpo humano. De su sombría barbilla fluían chorros de agua como una fuente. Yo, desdichada, mientras aguardaba temerosa a semejante pretendiente, suplicaba constantemente morir antes que acercarme algún día a ese lecho nupcial. Pasado algún tiempo, llegó para mi alegría el ilustre hijo de Zeus y Alcmena, que, tras luchar con éste, me libró de el.
(…) Zeus, que preside los combates, determinó un final feliz, si es que verdaderamente fue feliz, pues, desde que me uní a Heracles en una boda elegida, sin cesar alimento temor tras temor en mi preocupación por él. (…) Hemos engendrado hijos a los que él, como un campesino que cultiva un campo lejano, sólo ve cuando siembra y cuando recoge la cosecha. Tal es el destino que sin parar trae a casa a mi esposo y lo saca de ella, siempre al servicio de alguien.

Capítulo 5 – Deyanira y el centauro Neso
Creo que he recibido en casa no a una joven soltera, sino a una esposa, como un marinero recibe la carga, una mercancía que ultraja mi corazón. Ahora somos dos las que aguardamos los brazos bajo la misma colcha. De este modo, Heracles, el que tiene fama de bueno y legal conmigo, me paga mis desvelos de tanto tiempo. Pero yo no sé enfadarme con el que ha caído muchas veces en esta enfermedad. Sin embargo, por otra parte, ¿Qué mujer podría convivir en el mismo lugar con ésta, compartiendo su matrimonio? Yo veo la juventud, en un caso, florecer y, en otro, marchitarse. (…) Esto es lo que me da más miedo: que Heracles sea llamado mi esposo, pero sea el hombre de la más joven. Más no es correcto, como dije, que se irrite una mujer que es sensata. Os voy a contar, amigas mías, el medio con el que puedo conseguir librarme de esta situación. Tenía yo, desde hace tiempo, oculto en un cofre de bronce un viejo regalo de un antiguo centauro, que, siendo todavía joven, recibí de las heridas de Neso, el de velludo pecho, cuando murió. Éste por dinero cruzaba sobre sus brazos a los hombres al otro lado del río Eveno, de profundas corrientes. (…)

También a mí –cuando, por mandato de mi padre, como esposa acompañaba por primera vez Heracles- me llevaba en sus hombros y, cuando estaba en mitad del trayecto, me tocó con sus insolentes manos. Yo grité y el hijo de Zeus, volviéndose rápidamente, le disparó de sus manos una alada flecha en dirección a sus entrañas y le atravesó el pecho. Y el centauro moribundo me habló así: “Hija del anciano Eneo, si confías en mí, sacarás este provecho de mis travesías, puesto que eres la última que llevé. Si recoges con tus manos la sangre de mis heridas coagulada donde la hidra de Lerna empapó sus flechas de negro veneno, esto será para ti un hechizo sobre el corazón de Heracles, de modo que aquél te amará más a ti que a ninguna mujer que vea”. Después de pensar en esto, oh amigas, empapé esta túnica (…) como regalo para mi esposo.


Capítulo 6 - Muerte de Heracles
El héroe sin sospechar nada coge la túnica y se la pone. Ofrecía incienso y plegarias a las primeras llamas y derramaba vino sobre el altar de mármol; la fuerza del veneno se calentó, y liberada por las llamas se difundió derramándose a través de todos los miembros de Hércules. Éste reprimió el dolor cuando le fue posible con su habitual fortaleza. Después de que su capacidad de resistencia fue vencida por el dolor, dio un empujón al altar y llenó con sus gritos el monte Eta, abundante en bosques. Y al punto trata de rasgar la mortífera túnica, pero, por donde tira de ella, tira ella de la piel, y, o bien se adhiere a sus miembros y no es posible separarla, o bien deja al aire los miembros desgarrados y los enormes huesos. La propia sangre, al igual que sucede con una barra de metal ardientes sumergida en un recipiente de agua fría, chirría y hierve con el fuego del veneno. Y no hay límite, las llamas voraces le abrasan las entrañas, de todo su cuerpo fluye un sudor negruzco, crujen los tendones calcinados, y con la médula derretida por el oculto veneno lanza terribles gritos. (…)

Después de cortar árboles y amontonarlos en un pira, ordena a Filoctetes que prenda la llama en la base de aquélla, y que tome su arco y su aljaba, destinados a ver de nuevo Troya (…). Y, mientras el fuego voraz prende en los troncos, extiende en la parte alta de la pira la piel del león de Nemea y se acuesta con el cuello apoyado en la maza con el mismo rostro que tendría un comensal de un banquete tendido entre vasos llenos de vinos y coronas de guirnaldas.

Capítulo 7 – Suicidio de Deyanira

Yo, oculta, vigilaba en la sombra, y veo que mi señora extendió una colcha sobre el lecho de Heracles y, cuando terminó esta tarea, subiéndose encima, se sentó en medio del lecho y, derramando un arroyo de ardientes lágrimas, dijo: “¡Oh lecho y cámara nupcial mía! Adiós para siempre, porque ya nunca me recibiréis como esposa en este lecho”. Después de decir esto, se desabrochó con mano enérgica la túnica, que llevaba fijada con un broche labrado en oro sobre el pecho, y dejó al descubierto el costado entero y el brazo izquierdo. Yo echo a correr lo más rápido que puedo e informo a su hijo de los planes de ésta. Y en el tiempo en que fui allí y regresamos los dos, vemos que ella ya se ha clavado una espada de doble filo en el costado bajo0 el pecho.



Capítulo 8 – Heracles asciende al cielo

Ya crepitaban las llamas poderosas extendiéndose por la pira y se dirigen a sus miembros; los dioses sintieron miedo por el defensor de la tierra, pero así les habló con rostro alegre el Saturnio Júpiter: “(…) No se asusten con un temor vano vuestros corazones. Quien venció todas las cosas, vencerá el fuego que veis, y sólo sentirá al poderoso Vulcano en su parte materna. Lo que recibió de mí es eterno, libre e inmune a la muerte, y no será destruido por ningún fuego. Y esa parte, una vez cumplida su tarea en la tierra, yo la recibiré en las regiones celestes, y confío en que mi acción alegrará a todos los dioses”. (…) Mientras tanto el fuego había consumido ya cuanto las llamas pueden quemar y ya no era reconocible la imagen de Hércules; no quedaba ya nada que procediera de la figura de su madre, y sólo permanecían los rasgos de Júpiter. (…) Y el padre omnipotente llevando a éste en carro de cuatro caballos envuelto en huecas nubes, lo trasladó a los resplandecientes astros.

Capítulo 9 – Heracles recibe como esposa a Hebe

El valiente hijo de Alcmena de bellos tobillos, el fornido Heracles, una vez terminados sus penosos trabajos, recibió como esposa venerable en el Olimpo a Hebe, hija del poderoso Zeus y de Hera de doradas sandalias. ¡Dichoso él, que, cumplida su gran tares, habita entre los inmortales sin dolor y libre de la vejez para siempre!







Fuente: Cultura clasica ( Editorial Almadraba)